reseña
Suban el volumen, esta noche toca Charly
Por Federico Medina / Viernes 11 de mayo de 2018
Charly García en el pub Prix D'ami en 1993
Hubo un momento en que escuchar «Esta noche toca Charly» era moneda corriente y el público era feliz. El multitalentoso músico argentino, Charly García, metía show tras show dejando a sus fans extasiados y con ganas de más. El periodista argentino Roque Di Pietro se encargó de recopilar todas esas vivencias en el libro Esta noche toca Charly que Federico Medina reseña en esta nota.
En la noche porteña del lunes 19 de diciembre de 1983 Charly García luce una camisa y un pantalón blancos. El mítico Luna Park se llena para escuchar su música de estreno, en este caso, la de su álbum Clics modernos. Junto a su banda, que incluye a Fito Páez, hace sonar las nuevas canciones de un modo que jamás volvería a suceder: vanguardia, soberbia, elegancia y originalidad, con textos provocadores, salen de sus dedos siempre nerviosos con la fluidez de un maestro. «Ahora todos dicen que soy genio, el año pasado no decían eso, ¿será porque vine de New York, porque me visto de blanco?», le preguntaba a su público.
El registro de aquella noche puede encontrarse fácilmente en YouTube o en una edición en disco DVD. Una versión más detallada de lo que realmente sucedió aquella noche está disponible en la página 325 de este libro, al igual que el relato de buena parte de las actuaciones del ídolo musical argentino en el período que va desde 1956 (a punto de cumplir cinco años el pequeño García toca el piano en una presentación del Conservatorio Thibaud-Piazzini), con un recorrido por su trayectoria en grupo junto a Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros, Serú Girán, y buena parte de su carrera como solista, hasta 1993, con su show en el Estadio de Ferrocarril Oeste, en Buenos Aires.
Con un estilo para nada pomposo y una presencia en sus textos oportuna y casi propia de un escribano, con trabajo y astucia, el periodista de origen cordobés, Roque Di Pietro, arma y desarma el mito Charly para contar la historia pre Say no more, con múltiples ángulos y trazos tal como lo hizo Martin Scorsese en películas como Casino y Goodfellas, narrando, un mismo episodio desde diferentes perspectivas y relatos.
Así pueden revivirse la mayoría de sus actuaciones emblemáticas, entre ellas, la presentación de La Máquina de Hacer Pájaros en el Teatro Solís en 1977, Serú Girán —y el histórico reencuentro de Sui Generis— en el estadio Franzini en 1981, de la mano de «una poderosa radio montevideana (Radiomundo)».
Esta noche toca Charly es presentado como «un viaje por los recitales de Charly García», una compilación de una muy buena parte de sus actuaciones en vivo, con datos muy precisos para el disfrute del superfan, como cambios en las formaciones de sus bandas, modelos de instrumentos, improvisaciones, letras deformadas de las canciones, humores particulares, comentarios de la prensa, anteriores y posteriores a los shows.
Todo eso está presente y se cuenta de forma entretenida y veraz, pero esa es solo una parte del libro, ya que Di Pietro va mucho más allá del escenario, para construir, tal vez sin proponérselo, una excelente biografía de Charly hasta 1993.
Su materia prima son unas doscientas grabaciones oficiales y piratas, y una infinita cantidad de hojas de prensa con algo de color, entre las que se destacan las colecciones de las revistas Pelo y Expreso Imaginario, con entrevistas y crónicas de la crema del periodismo musical argentino, como Gloria Guerrero, Claudio Kleiman y Pipo Lernoud.
Las aventuras de este genio musical, atrapado en la cueva primitiva del rock, lo encuentran siempre, llegando antes que los demás, y esa es una de las constantes que pueden descubrirse leyendo las más de seiscientas páginas de Esta noche toca Charly porque, mientras sube o baja escaleras a oscuras, Charly se enoja (hasta con Bruce Springsteen), y se enojan con él, muchas veces, mientras graba sus clásicos, firma contratos, graffitea paredes, viaja, se enamora, discute con su madre, pero, sobre todo, busca un instrumento, o mejor dicho, un sonido en particular.
Las consecuencias de esa búsqueda constante y a contracorriente develan momentos cotidianos de malas críticas, bajas ventas, incomprensión de su obra y augurios poco prometedores; pero también, y naturalmente, su humanidad menos dionisíaca, su fanatismo por el grupo Génesis, su pedido desesperado de atención y afecto, y su compromiso social siempre presente en su arte.
Tal vez, por algún tipo de familiaridad, aunque no lo sé, uno de los hallazgos del libro es, al mismo tiempo, una de las obsesiones del autor. La relación simbiótica de Charly con sus pianos, con cada uno de sus teclados, está narrada magistralmente.
El lector que se parece al autor seguro disfrutará con la precisión del detalle de cada modelo del instrumento utilizado por Charly, con sus diferentes peinados y edades, pero otros lectores, amantes de la música y de la cultura rock en general, podrán acercarse, un poco, al proceso de creación de las melodías más sublimes del artista, en las que esta relación entre humano y máquina lo explica casi todo.
Esta noche toca Charly. Un viaje por los recitales de Charly García (1956-1993)
Di Pietro, Roque
Gourmet Musical (2017)
Páginas: 608
UYU 1180