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Los 5 discos del 2017
Por Federico Medina / Jueves 21 de diciembre de 2017
¿Qué escucharon este año? ¿Cuál fue ese disco al que le pusieron «repeat» una y otra vez? Federico Medina nos cuenta cuáles son los 5 discos que este año le partieron la cabeza.
Rock n Roll Consciousness - Thurston Moore
Parece que para el más querible de los lungos sónicos, la lluvia ya pasó.
Rock n Roll Consciousness es el disco más luminoso de su carrera solista: cinco tracks largos y sin apuro que recuerdan, sobre todo, el Murray Street de sus Sonic Youth.
En esta ocasión, el dolor no está escondido en escenas de locura o perturbación, y, cuando por breves momentos amenaza, desaparece con olas de sol. «I come believing in your light. A sweet receiver in your mind. I turn it up all the way», dice en la emocionante «Turn on».
Como en su anterior álbum, The Best Day, Thurston se acompaña con los mismos tres animales: James Sedwards en guitarra, Deb Googe en bajo y su hermano, Steve Shelley, en batería. Esta vez se queda todo el tiempo que sea necesario en el interior de sus arpegios y sus riffs hasta encontrar una salida. No, un poco más.
Los reto a que escuchen cada nota de «Exalted» y lleguen hasta el minuto once sin una sola lágrima.
El sonido bendito de Los Nuevos Creyentes - Los Nuevos Creyentes
Ve hacia lo prohibido, te ordena cada canción ni bien se dispara hasta lo más profundo de tu hipocampo. Los Nuevos Creyentes son el grupo de músicos más talentosos y menos conocidos de la actual escena de rock uruguayo, y este, su primer lp, ya está pronto para ponerlo junto a los de Psiglo, Totem, Estómagos y Traidores, con un pegotín de clásico.
El sonido bendito es todo lo que una banda de rock aspira a grabar alguna vez en su vida, aunque sea en un cassette barato forrado con una tapa fotocopiada: un paquete de invitaciones indecorosas disfrazadas con riffs demasiado buenos y melodías salidas de Farfisa Vip 202 R de origen desconocido.
Su fórmula secreta es añeja. Un brebaje para envenenar a forasteros del lejano oeste, algo que alguien metió en una pipa burbujeante en el punto cúlmine de una fiesta privada en la casa de un excéntrico millonario hippie de los sesenta. Estos Creyentes son doctores recibidos con honores en rock de garage, fuzz ochentoso y músicas de spaguetti western, que, por cuenta propia, aprendieron algo de magia negra.
Puede ser un mal viaje pero imposible no subirse otra vez.
Volvió el pionero del drum and bass y el soul jungle, productor, compositor, graffitero y maestro de orquesta, dueño del sonido del futuro. El regreso del británico Clifford Joseph Price viene de la mano de sesiones de yoga y vida familiar armoniosa, todo lo que necesitaba para conectarse con sus dioses y apartarse de los tóxicos.
Con su electrónica marginal de base, el más famoso de los calvos con dientes de oro y ojos brillantes fabricó un estilo único, sofisticado y elegante, de alta abstracción, de estímulos originales y extraterrestes, que quedaron registrados en Timeless (1995), y Saturnz Return (1998), los dos superclásicos que lo elevaron a la categoría de amo y señor de la hipnosis musical.
The Journey Man puede catalogarse como la tercera aventura por el universo Goldie, luego de casi veinte años sin estrenar un nuevo long play. Editado por su sello Metalheadz —hasta en formato triple con un disco de versiones instrumentales que recomiendo— The Journey Man es un producto noble, hecho con los mismos materiales que sus antecesores: frenéticos ritmos de drum and bass, paseos en naves espaciales, amaneceres para replantearte cada aspecto de tu existencia, funk robótico, melodías femeninas soul en las increíbles participaciones vocales de Natalie Williams, Naomi Pryor, y Natalie Duncan, entre otras.
El pueblo de terror - Las Valerias
Este disco funciona perfecto como la banda de sonido no oficial de la última temporada de Stranger Things. A probarlo. Flavio Lira de Carmen Sandiego y Federico Morosini de Julen y La Gente Sola se vuelven a juntar para grabar —en Shangrilá— canciones sobre monstruos, escapatorias y amor, con teclados baratos, cajas de ritmo y estribillos esperanzadores; una ciudad de melodías que se alimenta con el fraseo matemático y acaramelado de Federico, y el pop enfermo de Flavio. El proyecto compartido los vuelve sobre sí mismos y los regresa unos años atrás, menos urgentes, en un entorno árido pero amable, dejando al descubierto sus sensibilidades y la peligrosidad de sus deseos. También se escuchan las voces de Agustina Santomauro (Julen, Animales de Poder, Fuego en Aire de Marte) y Juan Peirano.
Para los fans de sus bandas de origen, «Sabrina» suena a los primeros discos de Carmen, y «Mi hijo Ernesto, el hombre lobo» podría ser el mejor de los Julen’s hits.
En «Los muchachos de la esquina» se encuentra el secreto de esta amistad.
Prohibido pisar el césped - Barriobot
En la data que acompaña a este lp subido a una página de bandcamp se informa que el producto viene «sin producir, sin mezclar, sin permiso»; seguramente, buscando cierta impronta punk, o expresando con sinceridad la elección de uno de los caminos posibles a la hora de juntar y mostrar un puñado de canciones.
El resultado final no suena tan casual pero sí antojadizo, y lo que es mejor, cada canción tiene corazón, y poesías de reviente inspiradas y encantadoras.
Bajo la máscara de Barriobot, Juan Peralta fabrica, con muy poco, melodías new wave, noise de juguete, y muy buen folk, para contar historias de vino y novias ocasionales, desidia y promiscuidad nocturna de clase media. «Corazón Vegano» es un hit radial que propone «salir a lastimarnos», «Para una novia jipjopera» es un rap de un Beck pobre y sin contrato discográfico, y, en «Una cancioncita indie», una melodía inofensiva dice «tu boca sabe a cocaína». Si te gustan Dirty Beaches y Los Tontos, aquí está tu disco.