Literatura de adolescentes
Escritos con Z: Millie Dominitz, Joaquina Machado y Lex
Por Escaramuza / Viernes 17 de marzo de 2023
Poemas y prosa en carne viva. Segunda entrega de textos del taller de escritura para jóvenes de Mariela Peña en nuestra casa. Escriben Millie Dominitz, Joaquina Machado y Lex.
Joaquina Machado
Me llamo Joaquina Machado, aunque mi seudónimo es Nina Benincasa, tengo 15 años, este año cursaré 4to año en el Juan XXII. Comencé a escribir a los 13 años, cuando mi mente tuvo su pico de tormentos. Entrar a Literatura 2.0 me ayudó a mejorar la calidad de mi arte, conocer diferentes opiniones, inspirarme y, sobre todo, a confiar más en mi misma, también hice muy buenos amigos.
la venganza de los ángeles asesinados (sangre en mis manos)
el cuarto está casi vacío pero igual todo lo que no me deja dormir sigue adentro
los gritos ahogados
la pala sucia en la esquina
las cuchillas escondidas debajo de alguna baldosa mal pegada
a simple vista no se nota nada
pero yo a veces creo poder trascender lo simple
y estoy segura de que si levanto la persiana
el jardín huele a ave muerta
¿de qué me sirve engañarme?
no es necesario levantar la persiana
siento su aroma
se cuela por las hendijas
luego por debajo del marco de la ventana
la culpa es venenosa
la culpa te da náuseas
pero es imposible de vomitar
señor
los amé tanto que me dio miedo
los amé tanto que les corté la garganta y los enterré en mi jardín
los amé tanto que creí haberlos matado
los amé tanto que hoy les permito la venganza
señor
perdón por no escucharlo cuando me dijo que los ángeles jamás morían
si se puede, ahora por favor, escúcheme usted
¿qué va a pasar cuando esté cavando mi propia tumba y me dé cuenta que ya existe un cajón con mi nombre?
¿qué va a pasar cuando lo golpee con la pala por accidente y suene hueco?
zoológico de la putrefacción
zoológico de la putrefacción en el que soy el primer y último monstruo.
has hecho de mi ropa harapos,
tela que desgarraste en las partes de mi cuerpo que más te gustaban
y aún no te fui suficiente.
me has encerrado obligándome a ver
el desolado rostro de tus nuevas capturas
esas familiares facciones tristes
en las que no puedo evitar verme reflejada.
aquellos seres miserables
que pronto dejarán de serlo porque se irán, mientras que yo estoy condenada a quedarme.
zoológico de la putrefacción
en el que me desangro poco a poco
contra el piso de una jaula oxidada.
no sé cómo es que sigo viva,
innumerables organismos pequeños
desde microbios hasta larvas de mosca
han penetrado mis diversas heridas
(mi piel se descama noche a noche rogándote que me liberes)
raspones, cortes, punzadas, quemaduras de hasta tercer grado sin curar.
todavía no te atreviste a tocarme,
pero cada vez que coincido
con tu mirada hostilmente perversa
veo tus ganas y me dan escalofríos
tiemblo, tiemblan mis ojos
las puntas de mis dedos
cada una de mis vértebras
como si me estuviera por desarmar.
algún día de suerte pasará
algún día de suerte lo lograré
me desarmaré, moriré
en tu interminable zoológico de la putrefacción
y lo terminaré.
(sin título)
no quiero que me preguntes qué me pasa y mucho menos por qué me pasa, solo quiero un abrazo o que me agarres fuerte la mano porque no siempre me pinta la de abrazar. creo que en la vida siempre me exigieron respuestas pero a la vez me dejaron de escuchar terminada la primera oración (tal vez no ellos, sino yo misma y estoy proyectando, probablemente: yo y ellos)
eso hizo que llegara a un punto en el que (a veces) las palabras se me suicidan en la lengua…olvidate del abrazo o de apretarme la mano…rascame la espalda mientras lloro.
huequito
no me gusta mucho que la gente atraviese mis paredes
pero a vos te haría una ventana,
sí, te haría una ventana
con mis propias manos,
no me importa si sangro o si me salen moretones, a vos te haría hasta una puerta si es necesario,
la pregunta es: ¿vos me harías a mí aunque sea un huequito del tamaño de un gotero?
porque yo si lo hicieras me las ingeniaría para pasar,
no me molestaría tener que encontrar una manera de hacerme chiquita,
con tal de poder entrar y estar un ratito con vos.
por favor haceme un huequito en tu pecho
así me recuesto que estoy cansada,
y cuando tú necesites lo mismo,
no tengo problema en que me uses de almohada aunque me sienta vacía
por vos me lleno, a vos te hago un lugar,
ya sé que lo que voy a recibir no va a ser igual pero no me importa.
no creo que este sea el caso de un amor no
correspondido,
sino el de un amor poco correspondido,
pero al mismo tiempo creo que ese «amor»
es producto de mi cabeza,
ilusión de nadie más que mía.
tal vez debería abrirme una ventana aunque no tenga la certeza de que tú seas quien entre por ella.
pero si la abro y tú no eres quien viene,
¿qué sentido tiene?
¿qué sentido tiene para mí esperar que tú sientas lo mismo o aunque sea una duodécima parte de lo que yo siento por vos?
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Millie Dominitz
Me llamo Millie Dominitz, tengo 18 años y me gradué del liceo Integral. Descubrí mi pasión por escribir cuando era chica y desde entonces es un canal de liberación, de expresión sin restricciones. Comencé a ir al taller Literatura 2.0 el año pasado y para mí significa, además de enseñanzas para seguir progresando en mi escritura, un lugar para conocer personas que también escriben y enriquecerme no solo de su estilo, sino de cómo son como personas también. Cuando sea grande me gustaría ser ingeniera química aunque mis ratos libres se llenen de literatura.
Nacimiento
Escribo desde que sé agarrar un lápiz
Desde que tengo memoria
Desde que quise inventar mis propias historias
Y esa voz me lo rogaba a gritos
Ahí ya era una letra en minúscula.
Escribo desde que me lo enseñó el alma
Y hay cosas que me prohibieron decir
Que los sentimientos me pidieron una puerta
Vengar lágrimas e inmortalizar sonrisas
Los pensamientos simplemente paz.
Escribo desde que entendí que una mancha no te arruina el cuadro
Que lo perfecto se esconde en lo cotidiano
Desde que cada verso cobró sentido
Y mis manos tuvieron libertad.
Escribo desde que los personajes se volvieron reales
Las palabras puro cristal
Viejos mundos se pintaron entre ellos
Y las paredes poco a poco se fueron derritiendo.
Aunque en realidad, fue antes que todo eso.
Aprendí
Y todo lo que me prohibieron pronunciar
Lo aprendí a escribir
Así dicen que comienza
Ese arrebato del alma
El florecer del deseo
Una luz enceguecedora
Pronto todo desaparece
Lo prohibido, las barreras
Las letras corren por las hojas
Y son mucho más que papel
Las palabras en tinta ya son indestructibles
Lo aprendí a escribir
Porque eso me enseñó el alma
Que lo mudo te lastima
Que lo mudo te da insomnio
Que lo mudo...
Los sueños guardados no se cumplen
Los milagros no pasan por sí solos
Las hojas ahora son mis aliadas
Y con la simple compañía de un lápiz
Sé que puedo contagiar cual virus
Palabras a temperatura fuego
Que en mi garganta no paran de quemar
Pero ya no lo hacen
Que puedo vomitar ocho poemas en una hora
Si todo lo que me prohibieron pronunciar
Ahora lo sé escribir
Ya era hora
Nunca estuve tan cerca de la muerte como ahora
no la había sentido antes
era un fenómeno abstracto que apenas,
y cada tanto, lograba cobrar sentido.
Pero luego se desvanecía.
Nunca antes estuve tan cerca
y ahora la veo enfrente mío.
Esos ojos rojos, color incertidumbre,
sabor a miedo. Que no pude penetrar,
ni siquiera unos segundos.
Y eso que lo he intentado.
Nunca estuve tan cercana a la muerte,
pero la veo caminar a mi lado,
darme la mano, reírse, con esos dientes de cristal.
Filosas agujas de demencia, sueños incumplidos,
como si simplemente hiciera su trabajo,
como si fuésemos amigas.
Estamos al lado, no tan cerca,
pero la veo y ella me ve.
Puedo sentir desprenderse
de los vitrales de aquella casa,
la de miserias, la del adiós.
olas negras de energía putrefacta,
condensada y espesa.
La puedo sentir salir,
veo cómo se esparce
y entra en cada hueco que puede,
en cada una de las lágrimas
que corre por las cabezas de aquel lugar.
Nunca antes estuve tan cercana a la muerte,
pero ahora la tengo enfrente mío
y entiendo por fin lo que alguna vez me dijeron
no es posible escapar, ni de ella
ni del dolor
porque duele, sí que duele.
Mirando
El tiempo se escapa sin permiso
Como si nada pasan los días
Uno atrás del otro
Y se van
Pero hay algo que no se detiene
Termina un día
Y empieza el mismo
El nuevo mes
Trae el mes que ha transcurrido
Las mismas horas
Los segundos que se repiten
Otra vez
Suenan igual
Desde mi ventana
Todo es idéntico
Estático
Suena igual
Como una película
De la cual ya se sabe el final
Desde mi ventana
Desde mi ventana y sin interponerme
Desde mi ventana mirando
Solo mirándolo todo
El mañana es como si mañana ya no fuera
Porque al fin y al cabo sonará igual
Y cuando lo escuche ya se habrá ido
Sin permiso.
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Lex
Me llamo Alexandra, aunque soy más reconocida como Lex. Tengo 15 años, estudio en el liceo Nuestra Señora del Huerto. Hago el taller Literatura 2.0 coordinado por la genia de Mariela Peña. La literatura llegó hace no mucho a mi vida, pero sin duda la cambió radicalmente, es mi lugar seguro, el recurso que tengo cuando las cosas me desbordan, ya sean positivas o negativas, la forma de conectar conmigo misma, escucharme, entenderme, y ese sufrimiento que vivo, o al contrario, la felicidad, poder ponerla en palabras y convertirla en arte, para mí y para el resto.
Luna
tan distante
desconoce lo que es el mal
allá, tan arriba
preciosa, radiante
la rezo como si fuese una diosa
y me inspira como una musa
me cautiva
con sus mil colores
me atrapa, absorbe mi mirada
no me deja, no quiere, que no la mire
nació, para ser admirada
desde abajo
para remarcar nuestra insignificancia
y yo como sumisa
noche a noche
le dedico mis poemas
Mamá
te encuentro, te recuerdo y te siento
en cada taza de café
en cada calle mal cruzada
en cada comida súper salada
en cada habitación limpia y ordenada
y te extraño
y por más que no lo demuestre
por más que así no parezca
te quiero
te quiero por más que en ocasiones te rechace el abrazo
te quiero por más que en ocasiones te mire y hable mal
te quiero por más que en ocasiones diga que no lo hago
te quiero un montón
con todo mi corazón
sé que te puede llegar a costar creerlo
pero pensá que si estuviese mintiendo no estaría escribiendo esto
te quiero
y el amor, el cariño es inexplicable
pero cada gesto, cada acto que hacés y tenés por mí
los tengo en cuenta
por más que no parezca
yo sé que te matas laburando para que yo pueda tener esa boludez que tanto deseo
yo sé que llegas a no dormir por dejarme la comida pronta para el otro día y que así yo no tenga que hacerlo
o que me hacés los trabajos que yo no hago para que pueda descansar más
o que en ocasiones hacés mis tareas sólo porque yo no tengo ganas
o que a veces dejás tus cosas de lado para cumplirme las mías
yo sé que detrás de cada acto, de cada gesto, hay un gran esfuerzo y dedicación
por más que te cueste esas horas de sueño, o tal producto que te querías comprar, o una salida con tus seres queridos
siempre me das lo que quiero
tratás de hacerme feliz
y yo lo agradezco
porque sin vos
sin todas tus enseñanzas
sin todos tus cuidados
sin todos tus consejos
sin todo tu amor
no estaría acá
no sería quien hoy soy
te amo
Ansiedad
ayer fue mi cumpleaños
celebré, pero no por un año más de vida
sino por el primero en el que no estuviste
tu compañía era agonía
que lentamente me consumía
un día, ya no aguanté
ya no te aguanté
harta de existir
rogaba empezar a vivir
era difícil estar sin vos
valerme por mi misma...
aún me sigo acostumbrando
pero poco a poco voy mejor
arranqué el proceso de desintoxicación
la abstinencia fue llevadera
tuve pequeños bajones
nunca una recaída
ser feliz no es simple
menos para un pensador obsesivo compulsivo como yo
ayer fue mi cumpleaños
no estuviste invitada
habrás esperado paciente en la puerta
aunque esta vez
no me interesaba abrirte
Amores fundidos
La adrenalina me abraza, y correspondo con toda excitación. Nunca creí realmente estar haciendo esto, pero siempre supe era lo debido. Desde un primer momento fuimos conscientes, que lo nuestro no fue casualidad, el gran Dios tuvo una intención, la cual nosotros juntos, vamos a cumplir. Lo nuestro traspasa la vida, traspasa esta dimensión, lo demás lo podrán ver como una traición, pero sinceramente nunca nos importó el resto. Con el arma en mano, nos preparamos para abandonar este plano, no nos despedimos, pues sabemos que nos vamos a encontrar en el más allá. Mi más afectuoso adiós, querida y apreciada vida. (¡Bum! ¡Bum!)
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