Con João Varella, de Banca Tatuí
Visita a la librería Banca Tatuí en São Paulo
Por Escaramuza / Viernes 22 de julio de 2022
João Varella en la Banca Tatuí.
Banca Tatuí es una librería-quiosco: minúscula en metraje, pero repleta de libros de editoriales independientes. En pleno São Paulo, la Banca supo sobreponerse al embate de la pandemia y es un espacio cultural de referencia. Conversamos con João Varella, uno de sus fundadores, sobre los varios universos que se cruzan en este espacio.
En portugués, a los quioscos se les llama bancas. La librería Banca Tatuí, además, recoge en la segunda parte de su nombre la calle en la que se encuentra. Una verdadera librería de barrio. Aunque se trata de un espacio reducido en metraje, se ha consolidado como un espacio cultural de referencia en São Paulo. Por eso, dentro de un contexto político de ataque frontal al libro, la Banca Tatuí es un oasis de la edición independiente y de los nexos con el Río de la Plata.
Consultado sobre el comienzo de todo esto, João Varella, uno de sus fundadores, cuenta: «Banca Tatuí surge en 2014 como una iniciativa de la editorial Lote 42. Ya el primer fin de semana tuvimos que repensar nuestros planes porque nos robaron. Esto derivó en una reforma para reforzar el techo, lo que terminó siendo el escenario que utilizamos a veces para los espectáculos en la parte superior del local». A lo anterior, João suma: «Otro cambio fue que imaginamos que íbamos a mantener algunas características de los quioscos en la Banca Tatuí, como la venta de diarios. Sin embargo, las malas condiciones de distribución y una cierta falta de interés por parte del público nos hicieron abandonar este plan».
Cuando muchos hablan de un colapso del mercado del libro en Brasil –varias grandes librerías han quebrado, por ejemplo– es interesante observar cómo ciertas librerías se han afianzado por medio de catálogos con una curaduría especial. Cuando le preguntamos a João en qué medida Banca Tatuí es diferente como librería, responde: «Es diferente porque privilegia a los independientes. Muchos editores que no tienen otro espacio de distribución tienen un socio en la Banca. El hecho de que sea un quiosco callejero también es un elemento diferencial, porque integra los libros a los peatones de forma natural».
En 2020, sin embargo, la pandemia supuso un desafío sin precedentes. En ese sentido, João cuenta: «Cerramos el local y nos quedamos sólo con la página web. Las actividades presenciales de la tienda cesaron, pero creamos contenidos online con quienes publican. Hicimos más de 60 lives con artistas y editores, que luego se transformaron en un podcast. La Sala Tatuí, una librería con cita previa y un espacio para cursos que abrimos en 2018 frente al quiosco, también pasó a ser online». Todos estos cambios afianzaron la noción de comunidad alrededor de la Banca: «Hubo muchos aprendizajes. Hoy diría que la resistencia de la propuesta de Banca Tatuí está probada, lo que nos da fuerza para mantener el proyecto activo».
Hay que tener en cuenta que Lote 42 tiene un catálogo en el que abundan libros de autores rioplatenses (la traducción de «La ciudad sin nombre», de Torres-García, es una maravilla). Ese conocimiento de lo que ocurre en Argentina y en Uruguay les da una visión comparada entre ambos espacios editoriales: “En general, Brasil da menos valor social al libro. A pesar de ser un mercado más grande por su población, una buena parte de las editoriales dependen de las compras del gobierno”, señala João. Además, agrega: “Otra diferencia es la internacionalización. La facilidad que tienen las editoriales de la región del Río de la Plata para exportar los libros es envidiable. A veces, Brasil crea barreras incluso entre sus estados. Por último, Brasil tiene un parque gráfico muy rico, con mucha producción local de papel”.
Ya en cuanto a cuál es la sección preferida de la Banca, João cuenta: «En el Club Tatuí de Lectura acabamos leyendo mucha literatura contemporánea, así que es un área que seguimos de cerca. Pero no hay una sola área favorita de la Banca Tatuí. Observamos que a los lectores les gustan mucho los fanzines, los libros con formatos alternativos y el arte gráfico».
Para finalizar la conversación, le pedimos a João que recomendara tres libros y advirtió «Voy a recomendar tres libros de autores latinoamericanos por si motivo a algún lector de Escaramuza».
Kramp, de María José Ferrada- Lo estamos discutiendo en el Club de Lectura Tatuí. Conjuga alegría y melancolía en torno a una familia de vendedores de la marca de herramientas Kramp.
Todas as bicicletas que eu tive, de Powerpaola - Novela gráfica que lanzamos aquí en Brasil junto a otras cuatro editoriales latinoamericanas de forma simultánea. Utiliza las bicicletas como hilo conductor. Hay un sitio web que explica la propuesta.
Bagagem, de Troche - Es otro libro de nuestro catálogo, pero era imposible hablar con amigos uruguayos sin indicar nuestro autor favorito de la región. Troche habla mucho sin decir palabras, amplía los límites de la física a través de sus trazos para indicar la magia cotidiana. Para leer y releer.
¿Dónde está Banca Tatuí?
R. Barão de Tatuí, 275 - Vila Buarque, São Paulo - SP, 01226-030, Brasil.
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