Hola, me llamo Federica y tengo 16 años recién cumplidos. Me pasa que me peleo mucho con mis padres. Por ejemplo ayer tuvimos una discusión muy grande porque se meten en todo, todo el tiempo y eso me molesta mucho y me hace enojar. Entonces después, por a veces un día entero, no podemos ni hablar. No sé qué hacer para no pelearme más con ellos.

Federica se pelea seguido con sus padres y luego le cuesta mucho volver a conectarse con ellos. «Se meten en todo, todo el tiempo», dice. Es difícil encontrar un adolescente que no se pelee con sus padres e igual de difícil es encontrar padres que no quieran saber todo sobre su hijo o hija. Así son los padres, casi por definición ¿no? Incluso aquellos que más esfuerzos hacen por contener ese o esa detective que llevan dentro.

Pienso en la consulta de Fede, y en otras tantas que tienen que ver con este asunto, y aparece en mi cabeza la novela de suspenso Te ama, Leon, del autor uruguayo Marcos Vázquez. En esta historia, la curiosidad y capacidad que algunos tienen de «meterse en todo» envuelven a los protagonistas en una trama de persecución, cual gato y ratón, con un asesino en serie que tiene ciertas particularidades para cometer sus crímenes. Marcos ya nos tiene acostumbrados a su narrativa dinámica y su gran capacidad de jugar con la trama y nuestras expectativas. Maneja especialmente el suspenso en sus historias –ya lo vimos en Emma al borde del abismo, otra de sus obras, publicada por la editorial Quipu-. Todo lo que pasa es sorpresivo, nos mantiene siempre expectantes y cada nuevo escenario plantea más interrogantes que el anterior.

En esta historia, Nico, uno de los personajes más importantes e interesantes, comienza a armar un rompecabezas que le trae más problemas de lo que se hubiera imaginado, a partir de ser testigo presencial de un hecho criminal una tarde de paseo en el shopping. Gracias a su sagacidad, descubrirá que, lejos de ser casualidad, algo misterioso se oculta detrás de la muerte de un hombre disfrazado de Papá Noel. A partir de este episodio, comenzará, junto con otros dos jóvenes,  una investigación que los llevará tras las pistas de un asesino serial que  actúa cada año cuando se aproxima la navidad.

Te ama, León tiene todo para mantenernos enganchados y sorprendidos al mismo tiempo. A medida que vamos tirando del hilo de cada una de las nuevas pistas, la trama gira y nos obliga a acomodarnos nuevamente para seguir el curso de esta investigación que nuestros personajes deciden emprender.

Es una historia entretenida, de esas que «se leen solas». Y se me ocurre como pócima para Fede, porque puede servir de gran ayuda para entender que cuando algo no cierra y parece tener algo más detrás, personas como Nico, o incluso como la madre de Fede cuando se trata de su hija, pueden hacer cualquier cosa para resolver lo que para ellos seguramente sea un caso de vida o muerte.