Sunakay, de Meritxell Martí y Xavier Salomó (Flamboyant)

«Todos los días eran iguales: remar en la balsa, zambullirme, buscar, escoger…, recolectar desperdicios en un mar muerto para poder sobrevivir», relata Kay, una de las protagonistas de Sunakay, el libro álbum de Meritxell Martí y Xavier Salomó. Dos hermanas subsisten en una isla de plástico en el mar e intercambian los tesoros que encuentran en sus exploraciones submarinas por comida. Todo cambia el día que Kay consigue el último pez vivo que queda en el mar. Con ilustraciones cinematográficas y sin temor al drama, los autores construyen una historia sobre la problemática de los plásticos en los océanos con un final honesto. Xavier Salomó, autor también de Off, un libro álbum sin texto sobre los riesgos de la energía nuclear, logra ilustrar oscuras y profundas tinieblas, pero también luces tan brillantes que parecen estallar. Un universo hermanado al mundo de Jimmy Liao y la tensión silenciosa de La Carretera de Cormac McCarthy.

Plasticus Maritimus, una especie invasora, de Ana Pego, Bernardo P. Carvalho e Isabel Minhós (Kalandraka)

En la actualidad hay cinco islas de plástico en el planeta; están en el Atlántico Norte y Sur, en el Pacífico y en el Índico. La más grande se encuentra en el Pacífico entre Hawái y California: tiene 17 veces el tamaño de Portugal. Ana Pego es bióloga marina y junto con Bernardo P. Carvalho e Isabel Minhós Martins publicaron Plasticus Maritimus, una especie invasora. Un libro ilustrado lleno de información sobre la importancia de los océanos y cómo los plásticos están afectando la vida de las especies que lo habitan y, por supuesto, la nuestra. Ana Pego relata, entre datos científicos y acontecimientos históricos, su relación con el mar desde pequeña hasta la actualidad. Incluye una detallada guía de campo para salir a recolectar desechos en la playa de forma segura y consejos para concientizar sobre el uso excesivo del plástico en nuestra vida diaria. Si no cambiamos los consumidores, no van a cambiar las empresas.

Dos datos escalofriantes que encontré en el libro: 

-Para el 2050 se estima que habrá más plásticos que peces en el mar.

-Nadie ha vivido tanto tiempo como para ver la degradación completa de un plástico.

Soy un árbol, de Sylvaine Jaoui y Anne Crahay (Kókinos)

Recién llegado de la editorial Kókinos, un libro álbum hermoso y simple para niñas y niños pequeños. Con páginas troqueladas combina las ilustraciones mostrando las similitudes que comparten en el crecimiento un bebé y una semilla. Una maravilla para entender y fomentar el respeto a la naturaleza y las distintas formas de vida con las que compartimos el planeta. 

Perdiendo el Edén. Por qué necesitamos estar en contacto con la naturaleza, de Lucy Jones (Gatopardo ensayo)

Lucy Jones relata en primera persona una investigación periodística sobre cómo la relación que tenemos con la naturaleza modifica nuestro bienestar psicológico, físico y afectivo y la forma en la que habitamos este mundo. La autora abarca campos de investigación que van desde la biología hasta la neurociencia y la psicología, con datos y notas al pie entrelazados con sus experiencias mientras transita la maternidad. Plantea la importancia de la conexión temprana con el mundo natural. «¿Qué le importa la extinción del cóndor a un niño que no sabe lo que es una golondrina?», se pregunta en su libro. Jones recorre desde las Escuelas Bosque hasta talleres de jardinería dictados en cárceles. Lo hace con una mirada crítica sobre las desigualdades de acceso al mundo natural y la alienación y apatía que nos conduce de forma acelerada a la extinción.

Aprender a vivir y a morir en el Antropoceno. Reflexiones sobre el cambio climático y el fin de una civilización, de Roy Scranton (Errata Naturae)

Errata Naturae es una editorial independiente española que se destaca por su compromiso con la naturaleza y el cambio climático. El libro de Scranton, escritor, pensador y excombatiente estadounidense, relata en forma de crónica una investigación periodística con datos antropológicos y científicos que dan pie a crudas reflexiones filosóficas sobre el poco devenir que nos queda. Al pensar en la muerte, es normal limitarnos a la muerte propia, pero es la muerte de la civilización la que se problematiza en estas páginas: «El destino de las humanidades, al enfrentarnos al final de la civilización contemporánea, es el destino de la propia humanidad» concluye el autor, no sin antes dejar una puerta abierta con tintes esperanzadores, porque la esperanza es lo último que se pierde… ¿No?