reseña de «Mavi, ¡no te rindas!»
La fuerza del río
Por Sofía Aguerre / Martes 20 de noviembre de 2018
ilustración de cubierta de «Mavi, ¡no te rindas!»
Entre las letras que corren como el río de Alicia Escardó Végh, Sofía Aguerre se aventura en aguas peligrosas y descubre una historia que encierra dos: la de quien desaparece y debe sobrevivir, y la de aquellos que quedan, entre la desesperación de la ausencia, la duda y la acción. Un sinfín de mundos que se separan y se encuentran a la vez, en una prosa atrapante de la mano de la editorial argentina Quipu.
Muchas veces, al leer una novela, nos fijamos en lo que se cuenta. En la historia, en los personajes, en la intriga. No siempre nos tomamos un segundo para apreciar cómo se nos cuenta. Los tiempos, el tono, los ritmos.
Mavi, ¡no te rindas! está escrita como un río. Fluye, caótica a veces y profunda en otras ocasiones, o las dos cosas al mismo tiempo. Las oraciones se vuelven arremolinadas como la corriente que se lleva a Mavi y nos atrapan en una historia tensa, llena de secretos.
Cuando Mavi se encuentra, después de su frenética huida, en una barca perdida en medio del río, la seguimos en su turbulenta aventura, en la lucha intensa por sobrevivir a una situación desesperada. Es su fortaleza la que la lleva a aguantar, pero también esa mezcla de determinación y resignación. Las partes de Mavi son el río, los desafíos, las pequeñas cosas que terminan siendo un mundo, como las necesidades básicas o hacerse un corte. Son la realidad descarnada, que se narra con un vocabulario sincero, sin maquillaje.
Por otro lado, la familia y los amigos de Mavi la están buscando. En especial, Berna, su mellizo, y Mauro, con quien sale. Aunque estos dos no se conozcan mucho, son los que se preocupan por rehacer las andadas de Mavi hasta encontrarle la lógica a su desaparición. Esto los lleva a empezar a desatapar más de un secreto, a descubrir que quienes los rodean esconden más de lo que parece. ¿Qué tanto conocemos a las personas que tenemos al lado?
Ambas tramas se vuelven desesperantes. Mavi se enfrenta a la soledad, en un ambiente desconocido y hostil, sin saber si va a sobrevivir. Los suyos sufren la incógnita de su ausencia y las tensiones que esta despierta en quienes siguen allí, a orillas del río. Estas situaciones también son perfectas para ver de primera mano cómo son las personas que conocemos en momentos límite, cómo las relaciones entre gente que se quiere o apenas se conoce pueden cambiar en segundos.
Mavi, ¡no te rindas! es una novela muy cortita, pero es mucho lo que se encuentra tras sus páginas. Aunque el final —si bien cierra el relato— podría resultar un poco abrupto, llega exactamente adonde lo llevan las poderosas aguas del río. Nosotros, como lectores, solo tenemos que dejarnos arrastrar por la corriente y por las palabras de la autora. La travesía vale la pena.
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