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Recomendaciones libreras
Crímenes de verano
Por Gerardo Beyhaut / Miércoles 11 de diciembre de 2019
Créditos: Michelle Ding (Unsplash)
El agua en el termo bien caliente, el mate recién hecho y una reposera pronta para salir al parque, a la rambla o incluso a la vereda. Los días se alargan y cualquier escenario se vuelve ideal para leer alguna de las recomendaciones del librero de Moebius, Gerardo Beyhaut. Este mes, novela negra: Fred Vargas, Zygmunt Miłozewski y Amélie Nothomb.
Este mes me he dedicado a leer novelas policiales, un género tan leído como ninguneado, tan admirado por grandes lectores como relegado a la hora de recibir premios.
Lentamente eso va cambiando y tenemos, por ejemplo, a Fred Vargas recibiendo el Premio Princesa de Asturias de las Letras el año pasado (2018), con una estupenda serie de novelas encarnadas por un detective con una serie de particularidades a la hora de pensar y vestir —usa dos relojes de pulsera y ambos están parados—, llamado Adamsberg, que resuelve casos con la ayuda de un pequeño equipo de colegas también bastante raros. Cabe aclarar que Fred Vargas es una mujer francesa y no un camionero colombiano, como puede uno suponer del pseudónimo elegido por esta erudita mujer .
Con una docena de novelas que no es necesario leer en orden y ediciones de bolsillo, Fred Vargas es una muy buena opción para lectores del género o para quienes quieran empezar a conocerlo.
También, y siguiendo con el mismo género literario, apareció en librerías un autor polaco, Zygmunt Miłozewski, con una trilogía excepcional: El Caso Telak, La mitad de la verdad y La ira.
En este caso el investigador es un fiscal rígido, pulcro y metódico. El autor se sumerge en distintos tópicos en cada novela: la terapia de constelaciones familiares, el antisemitismo polaco y la violencia doméstica serían los temas a transitar por el fiscal Szacki, siempre con una mirada extremadamente crítica sobre la sociedad polaca, su arquitectura hererada de la época comunista y un nivel de autoexigencia extremadamente alto, lo cual transforma al fiscal en un individuo tan impecable como impredecible.
Por otra parte, un susurro al oído: cuando no sepan que leer, Amélie Nothomb será siempre una opción sorprendente. Todas sus novelas distintas, todas de calidad, me vienen acompañando desde mediados los noventa hasta hoy, sin defraudarme jamás. Belga, en torno a 50 años hoy, habiendo vivido en varios países, soy capaz de afirmar que va rumbo al Nobel.
El tiempo dirá…
¡Qué se diviertan resolviendo crímenes desde una reposera!
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