Historietas en serie
Otras viñetas en pantalla chica
Por Rodolfo Santullo / Viernes 12 de abril de 2019
El cómic y la novela gráfica tienen una larga y exitosa relación con la gran pantalla. Sin embargo, el incremento en la producción de series para televisión tampoco les ha sido ajeno y, de hecho, han sido algunos cómics como The walking dead, los generadores de ansiadas producciones televisivas. Rodolfo Santullo nos recomienda tres series de actualidad que tienen su origen en la historieta.
Cualquiera que mire las numerosas adaptaciones de cómic que cine y TV vienen realizando puede llegar a la conclusión de que sólo los superhéroes logran el salto. Sin embargo, hay variados ejemplos de cómo «el arte de los cuadritos» ha llegado para quedarse en el mundo audiovisual. A continuación tres ejemplos:
Los misteriosos hermanos Hargreeves: The Umbrella Academy.
Nuestra historia comienza en 1989, cuando 43 mujeres a lo largo y ancho del mundo dan a luz, con la peculiaridad de que ninguna de ellas estaba embarazada al momento de empezar la labor de parto. Entra en escena el excéntrico inventor, millonario y aventurero Reginald Hardgreeves (magistral Colm Feore) quien se pone en campaña de adoptar a todos los que pueda, lo que termina logrando con siete en total. Ellos son Luther (Tom Hooper, mostrando que hay vida después de Black Sails), el superfuerte; Diego (David Castañeda), experto en combate cuerpo a cuerpo y lanzador de cuchillos; Allison (Emmy Raver-Lampman), quien tiene la habilidad de controlar a quien la escuche; Klaus (Robert Sheehan, uno de los mejores del elenco), quien puede comunicarse con los muertos; Número 5 (Aidan Gallagher, el otro mejor del elenco), quien puede saltar a través del tiempo y del espacio; Ben (Justin H. Min), quien puede liberar un monstruo lovecraftiano desde su propio interior y Vanya (Ellen Page), quien aparentemente no tiene poder alguno.
Ellos son The Umbrella Academy y durante su infancia fueron un muy popular grupo de superhéroes -con muñecos, revistas, etc.- pero con el tiempo se fueron separando. Ahora vuelven a reunirse por la muerte de su padre y protector (y porque parece además que se viene el fin del mundo, pavada de detalle). Y antes de que alguien se lance de cabeza buscando batallas con superpoderes, cabe avisar que la historieta que da origen a esta serie de Gerard Way -el cantante de My Chemical Romance- y el capo brasileño Gabriel Bá -al que yo nunca he leído-, es un franco homenaje a la Doom Patrol, de Grant Morrison y Richard Case (ver más adelante en esta misma nota) por lo que la cosa va de bizarro drama de familia disfuncional con soluciones curiosas a la gran mayoría de los problemas que se irán planteando (problemas como, por ejemplo, la dupla de enemigos compuesta por Cameron Britton -tan bien como en Mindhunter- y la cantante Mary J. Blige).
La historieta consta, hasta el momento, de tres arcos argumentales: Apocalypse Suite, Dallas y Hotel Oblivion (que se está publicando en este mismo momento), todos ellos editados por Dark Horse en EE.UU. y con ediciones de Norma y Utopía Editorial en castellano. La serie de TV, por su parte, acaba de confirmar su segunda temporada y puede verse por Netflix.
Loca academia de asesinos: Deadly Class.
Conozcan a Marcus López Arguello (Benjamin Wadsworth), un joven que lo ha perdido todo. Sus padres murieron de delirante forma -el cierre de un psiquiátrico por políticas estatales provocó que una paciente quedara libre como para poder saltar al vacío, con tal mala fortuna que aplastó a ambos progenitores-, su estadía en un orfanato culminó con el incendio del mismo -y la muerte de todos sus compañeros- y ahora pasa sus días viviendo en la calle y odiando a Ronald Reagan, a quien considera el máximo responsable de toda su situación (porque la serie está ambientada en los ochenta, cuando el ex-actor era presidente). Pues, a la mejor usanza de Harry Potter se le ofrece una solución: hay una escuela muy especial donde podrá potenciar sus talentos y volverse el asesino perfecto que siempre quiso ser. Allí, Marcus aprenderá sí, a pelear, envenenar, matar y todas sus variables, pero se verá metido de cabeza también en una tragicomedia de institutos bien a la usanza de las películas de John Hughes, porque hay grupos de «populares», «deportistas», «cerebritos», etc., todo a la mejor manera del tradicional cine estadounidense de los ochenta, pero con la salvedad de que te matan en un pispás en cualquier momento. La serie desarrolla con calma y cuidado el conflicto de Marcus, y el del propio colegio y su director, Lin (Benedict Wong), así como el de otros alumnos igualmente importantes (la yakuza Saya -Lan Condor-; la asesina de un cartel mexicano, María -María Gabriela de Faría-; el gánster negro -Luke Tennie-; el punki británico -Jack Gillett-, etc.) todo envuelto en un apasionante argumento general que vinculará sus destinos más allá de sus situaciones puntuales. Hay mucho sexo, drogas y rock ’n’ roll -y violencia, mucha violencia- en un relato que nunca pierde el ritmo o el interés y que se secunda, y hace bien, en las participaciones especiales de profesores interpretados por Henry Rollins, French Stewart o Christopher Heyerdahl, así como en villanos de Olivia Cheng, David Zayas y Tom Stevens.
Deadly Class es una historieta publicada por Image Comics que va, en el momento de escribir esta nota, por su capítulo 37, todos escritos por Rick Remender -quien oficia de cocreador de la serie televisiva- y dibujados por Wes Craig. Se consigue también en castellano. La serie acaba de terminar su primera temporada por Syfy y puede verse en el servicio Fox Play.
Bichos raros: Doom Patrol.
Tenemos: un conductor de carreras de automóviles destrozado tras un accidente, cuyo cerebro (lo único que se pudo rescatar) habita el cuerpo de un robot (Brendan Fraser, en un glorioso retorno); una actriz de la era dorada de Hollywood que al exponerse a un extraño químico pierde el control de su cuerpo, que se vuelve una gigante babosa gomosa (April Bowlby); un piloto de la Fuerza Aérea que hace contacto con un extraño ser de energía pura y estrella su avión en el mismo proceso, quedando radioactivo y desfigurado de la cabeza hasta los pies (Matt Bomer); y por último, una joven que ha sufrido tantos traumas psicológicos que su psique se ha dividido en 64 personalidades diferentes, cada una de ellas con un diferente superpoder (Diane Guerrero). No son lo que uno creería el grupo tradicional de superhéroes y, de hecho, no lo son. Bajo la supervisión del Dr. Niles Caulder, a quien le dicen «el Jefe» (un inmenso Timothy Dalton), tratan de rehacer sus vidas, pero el mundo a su alrededor se va a poner… muy raro. Porque aparecen seres demoníacos, de otras dimensiones, cuadros que se tragan al mundo, villanos que carecen de dimensiones (como el gran Alan Tudyk), nazis escondidos en Paraguay… O sea, un sin fin de despropósitos que irán volviendo la situación más y más extraña. Y lo que a priori parecía «una de superhéroes más» se transforma en una curiosísima «comedia» de seres extraños, rotos, queribles y un mundo extraordinariamente bizarro del que, una vez que se traspasan sus puertas, no hay vuelta atrás.
La historieta es una de las creaciones más gloriosas de uno de los mejores guionistas del mundo, Grant Morrison, quien junto al dibujante Richard Case, compuso una saga completa de 45 episodios entre 1989 y 1993 para DC Cómics (la Doom Patrol original había sido creada por los guionistas Bob Haney y Arnold Drake y el dibujante Bruno Premiani, con su propio grado de extrañeza). La serie acaba de confirmar su segunda temporada, mientras todavía exhibe episodios de la primera en DC Universe, el servicio de streaming de la propia DC (aunque ya Netflix ha confirmado esta serie como parte de sus estrenos en junio).
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