El producto fue agregado correctamente
Inspiración catalizadora

Mark Fisher: el espectro de un mundo que puede ser libre

Por Julia Ramírez-Blanco / Miércoles 23 de octubre de 2024

Un legado que invita a «dejarnos poseer por los fantasmas del pasado para lograr la imaginación de futuros. Practicando ejercicios de anacronismo podemos llegar a una inspiración catalizadora para poder encontrar las genealogías que nos lleven a desbloquear la imaginación política»: Julia Ramírez ofrece un panorama de la obra inagotable de Mark Fisher (1968-2017). 

*El título de este texto proviene de Mark Fisher, «Comunismo ácido. Introducción inconclusa», en K-Punk-Volumen 3Escritos reunidos e inéditos (Reflexiones, comunismo ácido y entrevistas). Trad. Patricio Orellana. Buenos Aires: Caja Negra, 2021 [publicado originalmente en 2018], p. 111.

______________________________________________________________________

Durante años, el filósofo y crítico musical Mark Fisher desarrolló un análisis de la era neoliberal como un momento depresivo. Acuñando el término del «realismo capitalista» [1], hablaría de cómo se había impuesto la idea de que el capitalismo era la única vía posible. Margaret Thatcher lo sintetizó con una frase: «There Is No Alternative», es decir, no hay alternativa. La supuesta imposibilidad de otras opciones en el ahora quedaba completa con la negación de las proyecciones en el mañana, a través de una «lenta cancelación del futuro» [2]. Así que, en este contexto, la nostalgia por momentos anteriores implicaba también la atracción hacia épocas que no habían carecido de horizonte. Fisher referiría cómo, de manera constante, el realismo capitalista se ve acechado por los fantasmas de futuros cancelados.  

Precisamente, en 2016 Mark Fisher estaba inmerso en esa búsqueda por el pasado como lugar en el que encontrar caminos divergentes. Era ese el punto de partida de su último proyecto de libro, que nunca llegaría a terminar. Se trataba, en cierto modo, de un texto utópico, en el que esbozaba alternativas sociales deseables, visionarias incluso en el sentido de una visión lisérgica. Desde el inicio, su planteamiento partía de una concepción diferente de la historia, en la que se perforaban agujeros en la concepción lineal del tiempo: 

[...[ el pasado todavía no ha ocurrido. Constantemente hay que volver a narrar el pasado, y el objetivo político de los relatos reaccionarios es sofocar los potenciales que aún esperan en él, listos para ser despertados otra vez. [4]


Fantasmas de la contracultura

Despertar de un sueño, entrar en otras ensoñaciones. ¿Qué estaba pensando en proponer Fisher? Podemos acceder a algunas de sus ideas a través de la transcripción del último curso que impartió en la Universidad de Goldsmiths, recientemente publicada como Deseo postcapitalista por la editorial Caja Negra (2024 y publicado originalmente en 2021). Las sesiones, estructuradas a partir del diálogo entre distintos textos, reflejan la estructura ósea de su pensamiento. Dichas clases se pueden cruzar con la introducción inconclusa del libro sin finalizar, que su autor había titulado Comunismo ácido [4].

El título, Comunismo ácido, es el nombre de un fantasma concreto que hechiza nuestro presente: el espectro de la década de los sesenta-setenta, con todo su potencial liberador. Su propio autor hace explícito el sentido provocador y humorístico que contiene la superposición de imaginarios estéticos aparentemente opuestos: el comunismo (cuyas formas han quedado asociadas a la rigidez y la homogenización) y la cultura psicodélica de la contracultura (marcada por la libertad, la excentricidad, la experimentación). Igualdad y libertad. Justicia social y hedonismo. Para Fisher se trataba precisamente de la unión entre distintas acepciones de la palabra «conciencia», buscando la expansión de todas ellas:

[...] la convergencia de la conciencia de clase con la autoconciencia feminista y la conciencia psicodélica, la fusión de nuevos movimientos sociales con un proyecto comunista, una estetización sin precedentes de la vida cotidiana. [5]

Estas apelaciones convocan los experimentos históricos ligados al socialismo democrático y comunismo libertario. Y la invocación es a un momento muy concreto, el lapso situado entre finales de los sesenta y principios de los setenta en el que confluían la lucha obrera y sindical con la contracultura como proyecto de transformación de la vida [6]. Para Fisher, aquel fue el período en el que «estuvimos lo más cerca que íbamos a estar del postcapitalismo» [7].  

Fue a causa de la recesión económica que comenzó en el año 1973 y por las limitaciones de la contracultura en cuanto a inclusividad generacional y de clase que la ventana de posibilidad histórica se cerró con rapidez. Pero Fisher no se conforma y, lanzándose a las aguas de la historia alternativa, se pregunta por las bifurcaciones que hubiera creado un desenlace distinto:

¿Y si estas fuerzas compensatorias no hubieran logrado imponerse en los setenta? ¿Y si, en cambio, esta nueva alianza de los trabajadores, la contracultura, etc., se hubiera mantenido unida en el tiempo? ¿Y si las demandas en cuanto a la calidad del trabajo se hubieran convertido finalmente en demandas de abolición del trabajo? [8]

El camino del potencial de la contracultura se dibuja así como una propuesta política y cultural, cuya sensibilidad llega hasta nosotrxs al haber inundado la música, el cine e incluso la filosofía del momento [9]. Canciones que prometían un mundo ajeno al trabajo llegaban a jóvenes de distintas clases sociales y diversos lugares en el mundo. Y, más allá de la lectura escapista, Fisher las interpreta como composiciones directamente ligadas a las luchas políticas, suponiendo «un sueño activo que emanó de composiciones sociales y culturales verdaderas, y que retroalimentaba nuevas y potentes colectividades» [10]. 

El filósofo afirma que la asimilación comercial de este tipo de creaciones no lograría apagar su poder subversivo. En contra de la idea extendida a partir de Boltanski y Chiapello [11] de que la contracultura fue el motor del neoliberalismo, Fisher plantea justo lo contrario, que este surgió como una forma de aplastar una posibilidad de liberación sin precedentes, que abarcaba lo material, lo libidinal, la experiencia misma y las formas de vida:  

Al apuntar mucho más allá del relato facilista que repite que «los sesenta condujeron al neoliberalismo», estas nuevas lecturas de los setenta nos permiten entender mejor la habilidad, la feroz energía y la imaginación improvisadora que debió desplegar la contrarrevolución neoliberal. La instalación del realismo capitalista no consistió de ninguna manera en la restauración de una situación anterior: el individualismo obligatorio impuesto por el neoliberalismo era una nueva forma de individualismo, una definida en oposición a diferentes formas de lo colectivo que se habían proclamado en los sesenta. Este nuevo individualismo estaba diseñado para dejar atrás aquellas formas colectivas, y hacer que las olvidáramos. Por eso, recordarlas es menos un acto de rememoración que un gesto de des-olvidar, un contra-exorcismo del espectro de un mundo que puede ser libre. [12]


Aquí y ahora

Como el propio momento histórico que evoca, con la abrupta muerte de Fisher, Comunismo ácido se ha convertido en un camino truncado. Quienes nos acercamos a este proyecto nos encontramos en una postura análoga a la suya, haciendo historia alternativa e imaginando cómo hubiera sido ese libro de no haber sido interrumpido. Su última playlist, llamada «No más lunes por la mañana deprimentes» contiene esa energía de negación y propuesta que se hace necesaria para resucitar proyectos políticos.  

Fisher afirmaba que, si en los sesenta existían ya las condiciones materiales para un mundo de abundancia y postrabajo, el desarrollo tecnológico actual parece hacer este horizonte aún más posible. Lo que falta es un estado de ánimo: 

Debemos recuperar el optimismo de ese momento de los setenta, del mismo modo que debemos analizar cuidadosamente toda la maquinaria que desplegó el capital para transformar la confianza en abatimiento. Entender cómo funcionó este proceso de deflación de la conciencia es el primer paso para revertirlo. [13] 

Convertido ya él mismo en un fantasma, como en un juego espiritista, Mark Fisher nos invita a hacer un contra-exorcismo llamando al retorno del fantasma de la contracultura. Nos llama a des-olvidar la conciencia de clase y la conciencia expandida, hedonista, colectiva e igualitaria de aquel momento. A dejarnos poseer por los fantasmas del pasado para lograr la imaginación de futuros. Practicando ejercicios de anacronismo podemos llegar a una inspiración catalizadora para poder encontrar las genealogías que nos lleven a desbloquear la imaginación política. 

______________________________________________________________________


Notas

[1] Mark Fisher, Realismo capitalista. Trad. Claudio Iglesias. Buenos Aires: Caja Negra, 2016 [publicado originalmente en 2009].

[2] Mark Fisher, Los fantasmas de mi vida. Escritos sobre depresión, hauntología y futuros perdidos. Trad. Fernando Bruno. Buenos Aires: Caja Negra, 2017 [publicado originalmente en 2013].

[3] Ibidem, p. 109.

[4] «Comunismo ácido...», op. cit. La enunciación «el fantasma de un mundo que puede ser libre» está tomada de Herbert Marcuse, Eros y civilización. Trad. Juan García Ponce. Madrid: Sarpe, 1983, p. 90.

[5]  «Comunismo ácido…», op. cit., p. 112.

[6] Jefferson Cowie, «Old Fashioned Heroes of the New Working Class», Stayin´Alive: The 1970s and the Last Days of the Working Class. Nueva York-Londres: The New Press, 2010.

[7]  Ibidem, p. 213.

[8] Ibidem, p. 213.

[9] Fisher refiere el viaje de ácido de Foucault en California y la influencia en su pensamiento. Véase Simon Wade, Foucault in California. [A True Story-Wherein the Great French Philosopher Drops Acid in the Valley of Death]. Berkeley, California: Heyday, 2019.

[10] «Comunismo ácido…», op. cit., p. 131.

[11]  Luc Boltanski y Ève Chiapello, El nuevo espíritu del capitalismo. Trad. Alberto Riesco, Marisa Pérez Colina y Raúl Sánchez Cedillo. Madrid, Akal, 2002 [publicado originalmente en 1999].

[12] Ibidem, p. 111.

[13]  Ibidem, p. 134.


Productos Relacionados

También podría interesarte

×
Aceptar
×
Seguir comprando
Finalizar compra
0 item(s) agregado tu carrito
MUTMA
Continuar
CHECKOUT
×
Se va a agregar 1 ítem a tu carrito
¿Es para un colectivo?
No
Aceptar