En mi mayor
Gomero: La biografía special deluxe de Neil Young
Por Tüssi Dematteis / Viernes 12 de enero de 2018
Foto: Danny Clinch
Impredecible es tal vez uno de los adjetivos que más se han utilizado con relación a Neil Young, a lo largo de su medio siglo de carrera, lo cual es lógico si se tiene en cuenta que uno de sus sellos discográficos llegó a hacerle juicio por hacer discos que no parecían hechos por él, y que ha parecido oscilar ideológicamente desde posturas más bien antagónicas. Pero cualquiera que ame esa obra tan fácil de amar, puede apreciar una notable coherencia interna en sus canciones, una suerte de relato autobiográfico en el que determinados temas y obsesiones resurgen una y otra vez. Puede ser que Neil Young haya pasado en alguna ocasión de hacer discos de country al hard rock o al proto-punk o incluso al tecno, pero en todos ellos estuvo siempre comunicándose en una primera persona real, dejando hablar a su corazón, sin pasar por la aduana de lo especulativo o lo conveniente.
Foto: Henry Diltz - 1971
Con esa predisposición a lo confesional, además de su capacidad poética, Young era un candidato ideal para la autobiografía, pero esta llegó relativamente tarde, posiblemente porque el canadiense se mantuvo muy activo en lo compositivo, y el escribir memorias tiene algo de cierre de obra. Pero aunque había declarado no tener intenciones de escribir un libro así, en el 2011, y al parecer asustado de la posibilidad de sufrir algún deterioro físico que afectara sus recuerdos, Young escribió Waging Heavy Peace un libro autobiográfico que, como si fuera un disco, se aproximaba a su vida en forma fragmentaria, mediante pequeñas historias sobre sus canciones y su vida de rockero, que dejaban enormes baches y cosas sin siquiera mencionar, pero que en ningún momento pretendía ser un resumen detallado y ordenado de su vida, sino una aproximación lírica y emocional al mismo material sensible de donde provenían canciones como «Old Man», «Thrashers» o «From Hank to Hendrix».
Neil Young en 1967
Pero la deliberada incompletud de este libro dejaba también grandes espacios libres para una continuación no lineal (a diferencia de las memorias todavía no continuadas de Bob Dylan, que simplemente se interrumpían en el volumen uno, quedando afuera todo lo que le había ocurrido después de lo narrado en este primer libro), que es lo que hizo con Special Deluxe. A Memoir of Life and Cars del 2014; otra colección de anécdotas, pero esta vez centradas en una de sus pasiones más materiales: su amor por los autos. Habiendo sido dueño de numerosos vehículos de toda clase —y recordándolos bien— Young presenta en el libro sus dibujos de sus antiguos autos, junto a canciones y recuerdos que les asocia.
Foto: Henry Diltz - 1969
En un principio el libro estaba pensado para ser también sobre perros —otro de sus grandes amores—, pero finalmente los canes aparecen solo como invitados y el centro lo ocupan los mismos autos que ya habían sido evocados en canciones como «Long May You Run» o «Sedan Delivery». Pero, por supuesto, un libro exclusivamente sobre historias de autos sería un tanto árido y caprichoso, aun si es obra de alguien tan independiente como Young, y no es tampoco su interés ver cómo su evolución económica le permitió acceder a coches más costosos (en realidad el gusto de Young en autos no tiene mucho que ver con su precio o sus lujos), sino las cosas que viajan en los asientos contiguos. El recuerdo del tal auto se convierte en el de la composición de tal canción que fue escrita luego de su compra (aunque no se refiera a él), y la canción en la evocación de tal persona que la había inspirado.
Neil Young en 1997
Young es alternativamente reservado o brutalmente franco, sin problemas para mencionar sin orgullo ni énfasis, excesos de todo tipo o decisiones muy poco convencionales, y, de cualquier forma, siempre parece apenas exhibir la punta del iceberg de una trayectoria extensa, mucho más salvaje de lo que puede hacer suponer la dulzura de muchas de sus canciones, y llena de contradicciones y misterios que este segundo libro tampoco resuelve. Algo similar a ese talento inexplicable de Neil Young para escribir sobre lo concreto y casi vulgar, y de pronto, sin que se sepa exactamente cómo, estar en un lugar sublime.
Special Deluxe. Mi vida al volante
Young, Neil
Malpaso (2015)
Páginas: 376
UYU 765