Revista Intervalo

Según Maru Martínez, especialista en cuestiones de lengua, el mal uso de donde es un problema que no distingue camisetas. De Nacional, Peñarol o sin interés por el fútbol, no hay quien se salve de meter la pata con este relativo. Con mucho humor, pero como siempre directo al punto, una explicación de cómo usarlo.


Se termina el año y nuestras consultoras en el buen uso de la lengua proponen una limpieza. Arremetamos contra los excesos, sugiere María Eugenia Martínez. He aquí la propuesta: «agarrar cada palabra de nuestros textos (pueden usar unas manitos imaginarias), llevarla al pecho y preguntarnos: ¿la necesito?».

Conexiones poco usuales (pero muy sensatas) juntarán a Anonymous con Cenicienta. No se trata de un cuento de hadas, sino del más puro destino en cuanto al uso de la lengua. Si no, vean que sino es una cosa y si no una muy diferente. Con ustedes, la sabiduría de «Cuestión de palabras».

Sí, así como está escrito: rebién, relinda, superbarato, requeterrico (sí, todo junto). María Eugenia Martínez pone a los prefijos, esos afijos al principio de las palabras, bajo la lupa. Y nos hace recomendaciones esenciales a la hora de escribirlos, a pesar de que no tienen por qué gustarnos.

Poemas, letras de canciones y hasta piezas teatrales, cada vez son más diversos y de mejor calidad los «productos creativos» elaborados por inteligencias artificiales en relación a la generación de textos. Sin embargo, ¿por qué desearíamos ceder estos espacios a una computadora? ¿Qué relaciones humano-máquina pueden impulsar el desarrollo creativo?

Estudiar un idioma nuevo es una oportunidad para encontrarse con una cultura ajena, recuperar la herencia lingüística familiar o aproximarse al pensamiento de escritores e intelectuales en su lengua materna. Mercedes Martínez es docente de ruso desde hace más de treinta años y nos invita a conocer las particularidades de este idioma.